PENSANDO UN POCO EN NOSOTROS

Qué complicado todo, no? No sienten a veces que estamos caminando en círculos y que transitamos 20 veces por los mismos baches que ni Dominguez, ni De La Rua, ni Ibarra, ni Tellerman, ni Macri (que hizo en 2 años más que otros en 10., jaja) pudieron reasfaltar?
Tal vez el destino circular al que hago referencia en otra de mis entradas (vean entradas antiguas " destino Circular"y reflexionemos juntos) es al que estamos encadenados por el resto de nuestros días aquí en la tierra ( y a los que nos tocó nacer y vivir en Argentina).
De todas maneras me resisto a creer eso. Porque es imposible que eternamente repitamos los errores que nos llevaron a caer siempre que parecía que nos levantábamos definitivamente.
Tengo la esperanza que un día, los partidos no gobernantes propongan con la adultez que amerita la situación de nuestro querido país, una propuesta superadora con respecto a un proyecto de país en serio, con fundamentos, con responsabilidades, con capacidad, con educación, seguridad, salud y trabajo para todos los que habitamos este bendito suelo.
Pero además, que comulguen en un parlamento adulto, las mejores intensiones, alejadas de las ambiciones personales, de manera tal que veamos como pueblo los réditos que nos merecemos por el esfuerzo cotidiano al que estamos expuestos.
Que tengamos propuestas de creación de puestos de trabajo, de manera tal que nuestras industrias exploten de productividad, que comencemos a ser nuevamente una pujante Nación, que el Estado nos siga brindando ese manto protector que debe tener hacia los más necesitados, hasta que puedan insertarse de manera productiva a la Sociedad. El camino es largo, pero una vez comenzado lo importante es seguir sumando voluntades para que los proyectos no decaigan.
Una vez producidas las transiciones de poder, que tengamos la suficiente inteligencia para continuar aquellos proyectos que redundan en el crecimiento sostenido y la educación y sustento de nuestro pueblo y que no sean interrumpidas las acciones sociales por el mero hecho de que quienes la iniciaron, eran quienes se fueron y por eso comienzo todo de nuevo. Aprendamos a tomar la posta del que se va, pero sumándole la impronta personal a un proyecto a largo plazo y que tenga y desarrollo sustentable a lo largo del tiempo, para que en unos años, no añoremos en un devastado futuro el mal presente.
Hasta la próxima.