Asumiendo Responsabilidades

El tiempo apremia y es entonces el momento de desenfundar lo que realmente lleva uno adentro. Lo que significa que hay que emplearse a fondo, para no fracasar en el objetivo principal: la clasificación a la Copa del Mundo.
Obviamente que desde el punto de vista futbolístico, el fracaso es una hecho, sobre todo a 3 fechas de finalizar la eliminatoria y en vista de lo realizado.
También tengo la convicción que entre los responsables de éste jamás deseado presente, se encuentran los obsecuentes periodistas que acostumbran callar lo que les conviene, sabiendo que algunos procesos no se llevan adelante como corresponde a un órgano tan sensible del" cuerpo argentino", como es la Selección Nacional.
Pero es verdad que hay errores cometidos y que no sirvieron para aprender, sino que se transformaron en una dolencia aguda y constante, que no podemos superar.
Por eso es oportuno hablar de la actitud del técnico nacional, desde asumir como tal. Su mayor mérito fue poner el pecho al momento delicado en el cual le ofrecieron hacerse cargo. Porque la verdad, es que la debacle, comenzó bastante antes que el 1-6 con Bolivia. La apuesta fue reforzada por muchos, inclusive por los obsecuentes de siempre, que adularon hasta el empalago al "10" que tantas alegrías nos dio.
Pero ahí comenzó a escribirse la (nueva?) historia, donde Diego, a raíz de la situación generada con Riquelme, pareciera empieza (obviamente nunca lo asumirá, creo) a sufrir en carne propia, los vaivenes, de los "divos", que con la selección nunca ganaron nada.
Siendo quien escribe un incondicional seguidor de Diego (sin ser bostero), me sorprendió la mencionada actitud para con el 10 de boca, ya que siempre dice que a sus jugadores lo banca a muerte y si tiene que hablar algo, nunca los va a exponer (basta ver su actitud con el plantel post derrotas contra Bolivia, Ecuador y Brasil).
Creo, que entre otras cosas, llegó el momento que Diego definitivamente, cuelgue su camiseta con el Diez, en el pedestal más alto del fútbol Argentino y se calce el buzo de DT, y sea el gran conductor como lo hizo en el pasado desde dentro del campo de juego. Si es necesario, que se juegue a morir, como hizo siempre, para que le den el cuerpo técnico que tanto pide.
Finalmente, el plantel. Va a ser importante la depuración al final de la eliminatoria (será antes?).
Entenderemos que Messi, es el mejor jugador del mundo, pero que no es Messi y 10, sino que serán una buena defensa, un hábil y aguerrido mediocampo con creación y ahí sí entrará su figura.
Vuelvo a decir, despertemos del largo sueño. Todavía hay tiempo (?).

Hasta la próxima.